INFORME DE LA ENCUESTA:
VELAR POR LA SEGURIDAD PROTEGIENDO Y AYUDANDO A LA CIUDADANÍA, LO MÁS VALORADO DE LA PROFESIÓN DE VIGILANTE DE SEGURIDAD
La percepción de riesgo y los horarios, los elementos que hacen menos atractivo este trabajo Barcelona, a 25 de abril de 2022.
Una cuarta parte de los/las jóvenes considera que lo más atractivo de la profesión de vigilante de seguridad es su función de velar por la seguridad y proteger y ayudar a la ciudadanía. Esta contribución que los/las vigilantes de seguridad realizan para garantizar el bienestar colectivo es especialmente valorada por las mujeres, que, sin embargo, muestran un menor interés que los hombres en la profesión.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio que ADN Sindical de Seguridad y Servicios de Cataluña ha encargado al Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) sobre la imagen de la profesión de vigilante de seguridad entre la juventud catalana.
La investigación busca identificar los elementos que pueden contribuir a hacer este trabajo más atractivo para la gente joven, especialmente las mujeres, con el objetivo de acelerar el relevo generacional y la feminización de la profesión, en un momento en el que el sector tiene dificultades para atraer nuevo talento.
En la encuesta, realizada entre 800 catalanes/as de 16 a 40 años, un tercio de los/las jóvenes consideran que lo menos atractivo de la profesión de vigilante de seguridad es el riesgo que conlleva, su peligrosidad o el hecho de tener que lidiar con la gente en situaciones de conflicto.
Uno/a de cada cinco, en cambio, se fija más en las condiciones laborales de la profesión y señala como negativo los horarios o la cantidad de horas que perciben que hay que trabajar.
Ambas cuestiones se convierten, pues, en los principales frenos a la hora de atraer a nuevos/as profesionales a este sector. En cualquier caso, alrededor de uno/a de cada diez jóvenes catalanes/as afirma que le podría interesar trabajar como vigilante de seguridad.
El perfil que mejor representa este colectivo es el de un hombre de 16 a 24 años, con estudios bajos o medios y que se considera apolítico. Las mujeres que se sienten atraídas por la profesión son menos numerosas, pero presentan un perfil similar, si bien algo mayor en cuanto a la edad.
El estudio concluye que para atraer nuevo talento a la profesión, el sector debe ofrecer trabajos estables y con perspectiva de futuro, que se puedan desarrollar en entornos seguros, tranquilos y controlados y que ofrezcan flexibilidad laboral para permitir la conciliación familiar.
En concreto, para atraer específicamente a las mujeres, la profesión debe mostrar que ellas pueden sentirse seguras en este entorno profesional y garantizarles igualdad de oportunidades a nivel laboral. Además, debe reforzar la idea que proteger y ayudar a la ciudadanía es una de las principales funciones de la profesión de vigilante de seguridad y que, por lo tanto, ésta contribuye de manera decisiva al bien común.
El 20 de abril de 2022, se llevó a cabo en el Centro de Formación HEMIF CONSULTING la presentación de los resultados del estudio ante destacados representantes de la seguridad privada y pública. Entre ellos destacamos representantes del DGAS del Departament d’Inteior, de Mossos d’Esquadra responsables de Seguridad Privada, de la patronal ACAES, de la Asociación Panatheneos…
Se realizaron un total de 800 encuestas on-line entre el 02 y el 09 de febrero 2022 y se centra en una muestra representativa de la población de Cataluña abarcando a personas de 16 a 40 años, mitad hombres y mitad mujeres.
La pregunta más destacada fue “¿Cuál es su predisposición para trabajar como vigilante de seguridad?” a la que un 11,7% de los encuestados (7,3% hombres y 4,4% mujeres) contestó que le “gustaría trabajar como vigilante de seguridad” al sentirse atraídos por la profesión, resultando candidatos potenciales, mientras un 40% de la población encuestada contestó que “podría trabajar de vigilante de seguridad si hiciese falta”, no viendo mal la profesión pero no sintiéndose atraída por ella, resultando candidatos posibles. Sumando un 51,7% de la población encuestada entre los dos perfiles.
Por el contrario, un 35% comunicó que “sólo trabajaría como vigilante de seguridad si no tuviera más remedio” y el 13% restante que en “ningún caso trabajaría como vigilante de seguridad”.
El 51,7% que respondió que le gustaría trabajar de vigilante de seguridad o que lo haría si hiciese falta engloba más hombres que mujeres, de entre 25 y 34 años, en su mayoría castellano hablantes, nacidos fuera de España, en situación de desempleo y de ideología de centro o centro derecha o apolítica. También se constató que contra más bajo es el nivel de estudios más atractiva resulta la profesión.
El perfil más atraído por la misma también es el que le da más importancia a las condiciones económicas, además de a la flexibilidad horaria, la seguridad y estabilidad en el empleo y el entorno laboral, así mismo, lo que más se valora en cuanto a las tareas que implica dicha profesión es el ayudar y proteger a la gente, tener un entorno más seguro, vigilar y mantener el orden.
También se preguntó al conjunto de los encuestados acerca de la imagen que se percibe de la profesión de vigilante de seguridad. Para ello, se sugirió a la población encuestada que eligiese de un total de 10 profesiones que no requieren estudios superiores la que consideraban más atractiva, resultando la profesión de vigilante la 8ª por debajo de profesiones como electricista, informático/a, policía, auxiliar de enfermería o estilista.
A la hora de elegir la profesión de vigilante de seguridad, el perfil de población altamente interesada así como los posibles interesados, la sitúan en primer lugar (tanto hombres como mujeres) por encima de profesiones como policía, cajero/a de supermercado, informático/a o personal de limpieza, entre otras.
A la pregunta abierta “¿Qué relacionas con la profesión de vigilante de seguridad?” la mayoría de las personas hicieron referencia a las funciones de los vigilantes de seguridad respondiendo con las palabras “vigilancia, control, orden, protección…” mientras otras, en menor medida, destacaron los espacios donde ubican a los vigilantes de seguridad “supermercados, tiendas, centros comerciales, famosos, lujo, discotecas, empresas privadas…” y la imagen que perciben de ellos “hombres corpulentos, forzudos, agresividad, frustración, estrés, insomnio…”.
Lo más atractivo de la profesión para los encuestados resultó ser el hecho de velar por la seguridad, proteger a las personas, ayudar a la gente, el sueldo, la tranquilidad… contribuyendo la seguridad al beneficio y bienestar común, por el contrario, lo menos atractivo abarca el tema de la peligrosidad, el riesgo, los conflictos, lidiar con la gente, la violencia… y las condiciones laborales en cuanto al horario, la cantidad de horas, el aburrimiento, estar de pie todo el día, el cansancio y la soledad.
En cuanto a condiciones laborales lo que peor se valora es la “igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la flexibilidad horaria y la conciliación familiar”, aspectos en los que peor parada sale la profesión en comparación de lo que sería un “trabajo ideal”. Entre hombres y mujeres potenciales para el ejercicio de la profesión también destaca la poca flexibilidad horaria junto con la conciliación familiar resultando los aspectos donde más se debería incidir para mejorar la profesión.
Por tanto, el mensaje a potenciar en beneficio de la profesión es que se debe trabajar para conseguir una estabilidad laboral con perspectiva de futuro, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, que se pueda desarrollar con seguridad en entornos tranquilos, controlados y dotados con la suficiente tecnología siendo necesaria la flexibilidad horaria para una mayor conciliación laboral y familiar que no debería ser un lujo sino un derecho.
Más información en: info@adnsindical.org gesop@gesop.net